Todos conocemos algún caso «real» en que conocer la manera de actuar de un futuro yerno hubiera evitado numerosos problemas, pero no solo de eso tratan las investigaciones prematrimoniales.
Las investigaciones prematrimoniales están muy arraigadas en la cultura anglosajona pero en nuestro país aún son casos aislados con apenas demanda real. Probablemente sea, y es solo mi opinión personal, por nuestro carácter latino, más cercano a lo pasional y más tendente a explicar la conducta de los demás en base a emociones que a planes y confabulaciones.
La realidad es que contratar un detective puede ayudarle a prevenir los problemas causados por matrimonios de conveniencia de distintos tipos:
“Cazafortunas”.- Aquellas personas que eligen pareja no por cuestiones sentimentales sino según el estado de su cuenta corriente y patrimonio. Es un problema al que se ven continuamente expuestos los más acaudalados de nuestra sociedad pero que también afecta a algunos que, en principio, no se sienten tan expuestos, como jóvenes ejecutivos prometedores o futuros herederos de pequeñas fortunas que llevan un estilo de vida sencillo.
Es un problema que afecta a todas las edades, no solo los padres desean investigar a futuros yernos y nueras, sino que, en no menos ocasiones, son los hijos que desean conocer las intenciones de aquellas terceras personas que se acercan a sus progenitores viudos o divorciados.
En una investigación de este tipo, el detective se centra no solo en investigaciones patrimoniales de la persona recién llegada sino también en costumbres de su vida cotidiana actual y pasada, así como de los comentarios y fama adquirida a lo largo de los años.
Una investigación de este tipo puede ser la inversión más rentable de su vida.
“Escaladores”.- Tal vez sean artistas, profesionales o pequeños empresarios, pero lo que buscan, sobre todo, es un matrimonio que les permita catapultarse a un estrato social superior y allí “vender” sus productos.
Tal vez sean más difíciles de captar puesto que sus intenciones son indirectas, pero en este estilo de gente suelen abundar las relaciones paralelas o los problemas de adicciones.
“Cazapapeles”.- Personas nacidas fuera de la Comunidad Europea que buscan en el matrimonio una manera legal de quedarse en el país y que, obtenida la nacionalidad al cabo de los años, o bien desaparecen o buscan un divorcio para adquirir patrimonio, o llevan vidas paralelas aprovechándose de los ingresos de su actual pareja legal.
Las víctimas de esas relaciones son de cualquier estrato social, puesto que el “valor” de la persona lo marca su nacionalidad. Aun así, las personas mayores y los/as “solteros/as empedernidos/as” suelen verse afectados en mayor modo por este tipo de pretendientes.
“Mixtos”.- Surgen de la combinación de 2 o 3 de los anteriores tipos y son, con diferencia, los más comunes matrimonios de conveniencia.
Como familiares tenemos un interés más que legítimo en el bienestar de los nuestros y muchas veces ellos mismos no están en disposición de darse cuenta de donde se meten por lo que nos toca a nosotros tomar decisiones. Una experiencia de este tipo puede tener consecuencias muy diversas, desde ser una simple anécdota hasta trastornar para siempre la vida de la víctima e incluso acabar en suicidio.
En nuestra experiencia como detectives le podemos asegurar que estos casos acostumbran a ser muy comunes y pueden ser evitados. Los familiares, en estos temas, se lo suelen «oler» mucho antes que la víctima pero resulta complicado que les hagan caso sin tener algún tipo de prueba.
Si se puede, sin duda vale más prevenir. No se arrepienta después de no haber hecho nada.
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