Aviso a navegantes: Nadie vende por 500 lo que vale 5.000. Si adquiere un producto o servicio por 500, no espere uno de 5.000, y esto vale para detectives, coches, barcos o garbanzos.
Que las estrategias lowcost están de moda creo que está fuera de toda duda y es completamente normal que en un libre mercado cada uno ponga las tarifas que crea convenientes para su estrategia comercial.
Lo habitual en todos los sectores, más que bajar precios, es vender como producto lo más básico del bien o servicio, es decir, publicitar solo el precio base y ofrecer como complementos otros servicios que antes se daban por incluidos al considerarse también básicos.
En sectores como la aviación equivaldría a cobrar por las maletas o la impresión de los pasajes, en la hostelería sería cobrar las toallas o la limpieza de la habitación. Pero en servicios de investigación realizados por detectives privados profesionales, ¿se pueden moral o legalmente desligar según qué “complementos”?
La nueva ley de seguridad privada deja bien claro que es un derecho del cliente y un deber por parte del detective privado entregar un informe por escrito, debidamente firmado, al cliente. Partamos pues de la ilegalidad manifiesta de pretender cobrar por separado la realización de un informe escrito de las actividades investigadoras realizadas.
En la práctica esto no solo resulta ilegal a tenor de la L.S.P., sino que se trata de un acto de competencia desleal al ofrecer un precio más bajo que su competencia gracias al incumplimiento de una ley.
Pero la realidad es que estas prácticas no solo existen sino que existen otras igualmente graves. Me comentan clientes que existen agencias que ofrecen como “informes de investigación” seguimientos realizados mediante GPS desde el sofá de su casa. La técnica es muy sencilla, se coloca el GPS, se va uno de parranda y cuando el GPS le manda una señal de movimiento se desplaza al lugar marcado y realiza un reportaje fotográfico de un coche aparcado.
Estos “informes por GPS”, fácilmente reconocibles porque no aportan una sola fotografía del investigado sino solo una ruta o 4 fotos del vehículo son simplemente BASURA. No solo en un juicio no le servirán de nada, al no poderse acreditar quien iba en el vehículo sino que impedirán una futura investigación realizada por unos detectives serios al haberse hecho público ya el uso de detectives.
Usando este tipo de “técnicas” se consiguen costes ridículos a costa de que el cliente pierda sus juicios y que el “detective” (por llamarle algo) pueda ser omnipresente y estar en varios lugares a la vez.
En resumen, estamos en un mercado libre y cada detective puede poner el precio que considere conveniente y bajar sus costes (es decir, el sueldo de los detectives colaboradores) lo que le venga en gana o le permitan, pero eso sí, cumpliendo la ley a raja tabla y ofreciendo un servicio, y no una estafa, a sus clientes.
Por supuesto esto no va por nadie en concreto, pero si lo fuera le diría: “cuidadín torero, cuidadín, que la mecha es larga pero tiene fin”
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