No se conforman con matarte, antes quieren robarte, violarte y aislarte de tu familia. Se disfrazan de gurús y dicen que te van a cambiar la vida y vaya si lo hacen, pero a peor y con la cartera vacía.
Como detectives privados podemos ayudarte a conocer la verdad de a dónde va ese ser querido que tanto te preocupa. ¿Está en un grupo de ayuda legal o, al menos, inofensivo, o está en peligro en una organización destructiva?
¿Está mi hijo / hija / hermana / en una secta? ¿Cómo lo captaron?
El proceso de captación de una secta es siempre similar. Su estrategia consiste en encontrar gente en situación de vulnerabilidad, bien sea por tener una personalidad frágil o bien por estar pasando por una situación especialmente complicada.
A esta gente, y sin ningún tipo de miramiento, se les ofrecen soluciones milagrosas con nombres propios de la medicina o la psicología que médicos y psicólogos no han sabido defender. Me refiero a términos como “medicina natural”, “medicina de la selva”, “terapeuta chamánico”, y tonterías similares.
Es un paso más allá de los que creen en “curaciones” provenientes del efecto placebo. Empezamos creyendo que una piedra nos va a curar la depresión y acabamos, por supuesto, pasando un fin de semana en el campo con el que nos ha vendido la piedra.
Vivimos en una sociedad obsesionada con buscar “el sentido de la vida”, “la trascendencia”, “el Dios verdadero”, etc, y eso nos hace vulnerables. No olvidemos que el oficio más antiguo del mundo no es la prostitución, es hacer creer a otra gente que tienen problemas que les superan y que hacer lo que ellos dicen es la solución a todos ellos. Aunque la solución nunca llega, normalmente porque la culpa es de la víctima que “no hace lo suficiente”.
No hay que ser “tonto” para caer en esto, basta con pasar un momento de bajón y no encontrar consuelo o apoyo en su entorno cercano, normalmente por vergüenza de comentar sus problemas.
¿Qué puedo hacer si mi hijo / hija está en una secta?
El primer punto está claro:
Descubrir la verdad con la ayuda de un detective privado.
Necesitamos saber con quien se relaciona su ser querido y si ese ambiente puede ser el de una secta. Eso se hace con un seguimiento a la persona y, si procede una infiltración en la secta.
La labor del detective infiltrado en una secta.
Durante la posible infiltración, el detective recogerá testimonios y pruebas de lo que allí ocurra y, en caso de encontrarse con que lo observado puede ser constitutivo de un delito -por ejemplo: violaciones, abusos sexuales, tráfico de sustancias, violencia, etc..- se procederá a la denuncia inmediata de estos hechos ante las autoridades.
Intervención del Estado
Con nuestras pruebas, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado podrán y deberán intervenir de inmediato, acortando los plazos de la solución.
Una vez la cúpula de la secta está en manos de la justicia, será labor del contratante y/o familiares de la víctima intentar prestarle toda la ayuda necesaria. Sin esa intervención del Estado, apartando a los integrantes de la cúpula de las víctimas, la solución será más complicada.
La normalización de lo aberrante.
Aunque muchos de estos grupos de autoayuda son probablemente inofensivos, retiros de yoga, meditación, arte, etc.. resulta asombroso cómo el Estado se lava las manos ante anuncios de “shamanes” y aberraciones similares.
¿Chupa sapos el Gobierno?
Inacción del Estado.
El Estado es el encargado de protegerte de estas cosas, para eso pagas un pastizal en impuestos pero parece que no va con ellos.
Por suerte tienes la posibilidad de recurrir a servicios de profesionales privados que actuarán con velocidad y eficacia.
¿Dónde están los colegios profesionales?
Una última reflexión va dirigida a los colegios profesionales de Medicina, Psiquiatría y Psicología: ¿De verdad creéis que con alguna declaración suelta en un periódico cumplís con vuestro deber moral de combatir el intrusismo?
Creo que os estáis quedando muy cortos.
Los medios tampoco ayudan mucho pero, ¿cuándo lo hacen?
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