La formación siempre es útil, sí, pero… ¿para el alumno o para el formador? Como buenos detectives vamos a investigar la formación que nos ofrecen desde universidades y centros privados.
Podríamos analizar los cursos ofertados uno por uno y ver si nos convienen o no, pero de hacerlo nos toparíamos con dos pegas:
1.- El post envejecería en cuestión de meses puesto que la oferta va cambiando de manera contínua.
2.- Algún ofendido se dedicaría a denunciarme y tampoco tengo tiempo para perder en chorradas de este estilo.
Por tanto, y como siempre es mejor enseñar a pescar que regalar pescados, vamos a intentar establecer un método para distinguir la aguja de la paja.
Por supuesto si alguien se siente ofendido por mis palabras que no le quepa la menor duda que esa era mi intención.
LA FORMACIÓN DEL DETECTIVE PRIVADO
Ya hablamos hace poco de la carencia de prácticas en agencias de detectives reales que sufren los alumnos de detective en algunas universidades españolas y de la actitud y voluntad de las fuerzas públicas de resolver este problema. Por actitud me refiero a la absoluta pasividad demostrada y la ausencia total de interés.
Hoy básicamente hablaremos de las consecuencias de esta falta de prácticas, la aparición de cursos supuestamente destinados a paliarlas, a veces ofertadas por los mismos que no tienen el más mínimo interés en que se ofrezca formación universitaria de calidad.
LA FORMACIÓN TEÓRICA DEL DETECTIVE
En la universidad te enseñan, o pretenden enseñar, los conocimientos teóricos básicos para iniciarse en la profesión. Algunas más y otras menos, consiguen apenas ese objetivo.
Los alumnos aprenden la legislación suficiente para atisbar qué es legal o no hacer y poco más.
Las aplicaciónes más práctica del derecho enfocadas a nuestra profesión, como por ejemplo qué tipo de conductas son necesarias constatar para garantizar la procedencia de un despido escapan, de manera ilógica, a los conocimientos enseñados.
Está muy bien hacer ejercicios prácticos sobre quién sería el jefe de estado si la reina matase al rey y la princesa tuviese 16 años y estuviera prometida a un jeque árabe, pero ese tipo de problemas legales no los resolverá en ningún caso un detective. Saber si un retraso en la hora de entrada a un trabajo hecho de manera reiterada durante 2 semanas y sin sanción previa es procedente para un despido, sí.
LA PRÁCTICA DEL DETECTIVE
Es muy difícil, casi imposible, empezar a trabajar como detective privado por cuenta propia sin haber trabajado con anterioridad en una agencia de detectives. Como mínimo necesitas unos cuantos meses largos de prácticas donde te enseñen cómo se aplican todos los conocimientos adquiridos en la universidad en la práctica.
¿Os imagináis que a un cirujano sin práctica real alguna le permitiesen operar por su cuenta y riesgo a un paciente?
¿ESTÁ LA FORMACIÓN SOBREVALORADA?
Pues voy a nadar a contracorriente. Sí.
Curiosamente se pretende compensar la falta de práctica con más teoría. Venga teoría, toneladas de teoría.
Además se aprovechan del desconocimiento del sector que tienen los alumnos nada más salir de la universidad para venderles lo que sea:
¿Cómo voy a competir con Fulanito para un puesto de trabajo si él tiene el curso de Investigación privada de conductas criminales de las amebas en el pleistoceno si yo no lo tengo?
Es básico, sin duda, tengo que hacerlo mientras espero durante 4 meses a que me arreglen los papeles y me llegue la TIP.
TEORÍA DE LA RELATIVIDAD DE LA FORMACIÓN
No, no es la de Einstein, es la de Mairata y dice así:
La importancia de un curso de formación es equivalente al producto de la utilidad real de la formación recibida por el grado de conocimiento final adquirido en esa materia.
Es decir, una materia con aplicación práctica real y un conocimiento profundo de esa materia al final del curso sí sería importante.
Un curso de “Iniciación al análisis de restos biológicos en crímenes pasionales” no serviría para absolutamente nada.
En general, y viene aquí un spoiler de lo que hablaremos más adelante, un “curso de iniciación” solo sirve para que te des cuenta de que no tienes ni idea de la materia en sí y que más te vale no ponerte a trabajar en ello y contratar un profesional.
CÓMO DIVIDO YO LOS CURSOS DE FORMACIÓN
Cursos realmente útiles
Con elevada carga práctica relacionada con nuestra profesión que te permiten abrir nuevas líneas de negocio y por tanto ser más competitivo. A nivel de búsqueda de empleo nada puede ser mejor que ofrecer al empresario una nueva posible forma de ganar dinero. Contratarte pasaría de ser un gasto a ser una inversión.
Cursos útiles.-
Son los que te permitirán, sino abrir líneas nuevas de negocio, minimizar el tiempo que necesitará la agencia para que empieces a ser rentable. Serían materias “clásicas” pero que, tras una breve adaptación al estilo del despacho, te permitirán sumar desde casi el primer día.
Técnicas de redacción de informes, edición de video, seguimientos, etc
Obviamente tienen que ser cursos realmente buenos, no cursos del gruponn (lo escribo mal para no darles bombo) ni por locas academias de detectives.
Cursos de autobombo y cartera.
Son la inmensa mayoría.
Su principal función es llenar la cartera del que los ofrece y a la vez presentarle ante los futuros profesionales como un “experto en la materia, una eminencia”.
Estos cursos son fáciles de distinguir porque sales de ellos pensando “joder, no tengo ni idea de cómo aplicar todo esto a la práctica, pero que máquina el profesor. Si me sale algo relacionado con esta materia se lo paso”.
En realidad era completamente imposible que sacases nada en claro con tan pocas horas de formación (no es que seas tú el tonto). ¿De verdad creías que para la materia en la que el profesor se ha formado durante años y ha trabajado otros tantos años para perfeccionar su funcionamiento te bastaría acudir a una clase un par de fines de semana?
Para el formador es un chollo. Se saca unos eurillos y consigue posicionarse como referente en una materia ante un montón de posibles proveedores de clientes. Igual hay 200 mejores que él, pero tú no lo sabes. Tu sabes que ese, formándote a medias, te ha demostrado que sabe más que tu.
Y es que la base de toda estafa es siempre que al estafado le cuesta reconocer públicamente que le han tomado el pelo y, si llega a darse cuenta, intentará minimizar las pérdidas.
Si es que, si ya tienes el título (muy chulo y elegante por cierto) enmarcadito en tu habitación, ¿cómo vas a decir que no te ha servido para nada? Explicarás a todo el mundo que es un título buenísimo y que el profesor es el mejor del mundo.
LAS CLAVES DEL ASUNTO
¿VA A SER ÚTIL ESTE CURSO?, ¿PARA QUIÉN…?
Esa es la pregunta clave cuando tenemos que elegir entre un curso u otro. ¿Va a ser realmente útil para ti o solo será útil para el que lo imparte?
En caso de poder, elegir primero lo concreto, útil y profundo antes que cursos generalistas o “introducciones a” y plantéate si realmente eso aportará valor a tu currículo. Tomatelo como que eres un producto en venta, ¿te aportará valor ese curso o solo será un gasto más?
Y SI NO ME FORMO, ¿QUÉ HAGO?
La mejor inversión, como alumno universitario, que puedes hacer es comprarte tu propia videocámara y practicar a espuertas. Practicar tomar videos, editarlos, capturar pantallas, etc.
Entended “cámara” como algo que vale más de 300€. Si vale menos no has comprado una videocámara, has comprado un churro, y de poco te va a valer.
En cuanto a dónde adquirir esos conocimientos… youtube. Sí, ese sitio donde hay vídeos de gatitos y de idiotas resbalando cuando se van a tirar a piscinas también tiene miles de tutoriales, algunos incluso son buenos.
LO PEOR DEL TEMA…
Es que no me vas a hacer caso, no te lo acabarás de creer, y yo seguiré recibiendo CV de recién diplomados repletos de cursos que ignoraré completamente y que seguirán sin tener una cámara de vídeo propia, es decir, nada de experiencia en lo más básico.
Calurosos saludos.
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