Comunicar a alguien que su pareja le es infiel es una situación delicada a la que nos enfrentamos habitualmente los detectives privados y debemos estar preparados.
Como estaréis imaginando no es plato de gusto de nadie tener que dar este tipo de noticias, por muy mentalizado/a que nuestro cliente diga estar. La gran mayoría de nuestros clientes afirma al contratarnos estar seguro/a de que su pareja les es infiel o al menos están convencidos de que algo está pasando y que, por mucho que la otra parte lo niegue, eso no son solo imaginaciones.
Por mucho que a medio y largo plazo estén satisfechos y agradecidos por conocer la situación, la inmensa mayoría incluso a las pocas horas o días, el primer momento siempre será duro. El impacto sobre la autoestima es inmediato en forma de punzada en el estómago.
Aunque nuestro trabajo como detectives no sea intrínsecamente ese, como profesionales debemos procurar la mejor atención al cliente posible, en especial en situaciones delicadas como ésta.
Os paso a comentar lo que para mí serían unas pequeñas reglas que intento seguir en estos temas:
ESTABLECER UNA RELACIÓN DE CONFIANZA
La relación de confianza no aparece por arte de magia cuando deseas, necesitas plantarla y regarla con anterioridad. La relación empieza en el primer contacto, sea telefónico o en persona y se va fraguando durante toda la investigación. Todos estamos entrenados en apreciar, consciente o inconscientemente, como es nuestra relación con terceras personas y somos especialmente sensibles en situaciones delicadas como ésta.
Piensa en experiencias pasadas. Tal vez no recuerdes a ese médico que te comunicó de manera correcta y empática una mala noticia de un familiar, pero seguro que recordarás al que lo hizo con prisas y corriendo.
LA CLAVE, SIN DUDA, ES LA EMPATÍA
La empatía (ya sé que lo sabes) es la capacidad de ponerse en el punto de vista del otro, hacer un ejercicio de abstracción y plantearse: “Si yo fuera él/ella, ¿cómo me sentiría?”.
La empatía auténtica no es pensar “cómo me sentiría yo” sino “cómo me sentiría yo si fuese tal persona”. Tendemos a valorar las cosas según nuestra propia experiencia y manera de ser, por lo que si no superamos esta traba, no comprenderemos nunca del todo a la persona que tenemos delante de nosotros y nos sorprenderá descubrir que no reaccionan como habíamos esperado.
Ponerse en la piel de otro, en especial si es muy distinto a ti, no es una labor sencilla, pero si lo consigues y el cliente se da cuenta de que realmente le entiendes la relación de confianza aparecerá al instante.
UNA RELACIÓN DE CONFIANZA ES DIFÍCIL, TRES IMPOSIBLE
En todos los temas en general, pero aún más en este tipo en particular, considero imprescindible que el cliente trate siempre con la misma persona.
A veces, por circunstancias, nos encontramos que el cliente trata primero con la secretaria, después contigo y más adelante con otros detectives colaboradores que les toca ese día seguir al investigado/a.
Si no le pones remedio a la situación y estableces unos protocolos claros puedes estar seguro/a que la relación de confianza no aparecerá.
TAL VEZ NO ERES EL MÁS INDICADO
Ya sé que eres maravilloso/a, yo también, pero las relaciones humanas no son una ciencia exacta. Puedes haber seguido mis consejos, u otros mejores, y no haber “conectado” nunca con tu cliente, en cambio, tu secretaria, tu comercial o tu colaborador, pese a no haber tratado tanto con el cliente, se han convertido en su referente para el caso.
Apartate.
Lo importante no es el personalismo, el querer ser el “detective estrella”, lo importante de verdad es la satisfacción de tu cliente. Si molestas hazte a un lado y deja a otro pasar.
No hay reglas fijas de porqué uno es el adecuado hoy y mañana no, unas veces los clientes prefieren que este tipo de noticias se las de alguien de su mismo sexo (por ejemplo) pero otros clientes preferirán lo contrario. Tu labor a veces no es ser el adecuado sino ofrecer a la persona adecuada, seas tú o no.
EL MENSAJE DEBE SER CLARO
Conozco algún que otro compañero que lleva tan metido el “rol detectivesco” que quiere ser misterioso hasta para pedir un café. El mensaje debe ser claro, siempre y sin duda, puesto que nuestra principal labor como detectives es aclarar lo que está sucediendo, dar luz a lo que estaba oscuro y hacerlo visible al cliente.
Claridad no implica frialdad ni falta de empatía, claridad es expresar las cosas por su nombre sin darle excesivas vueltas al asunto y sin buscarle tres pies al gato. Se ha visto lo que se ha visto, ni más ni menos, sin dejarte detalles pero sin precipitar conclusiones ni aventurar causalidades.
¿CUÁNDO ENSEÑAR LAS IMÁGENES?
A veces es mejor esperar un poco a enseñar fotografías o vídeos, dejar unos segundos o minutos a que el cliente esté preparado para ver lo que tú viste. Pensar que te han engañado es una cosa, verlo con tus propios ojos, otra.
Yo, por regla general, espero a que me lo pidan. Nunca sabes cuál es el momento idóneo, es más, es probable que no exista, por lo que es mejor tardar unos segundos de más que precipitarse y enseñar las imágenes antes de que el cliente esté preparado.
La fuerza de una imagen es demoledora, aunque por lo general y objetivamente no resulte explícita. Prepárate para lo que sea.
CONTROL DE LAS PRIMERAS REACCIONES
Tras haberles comunicado los resultados y haber visionado imágenes o vídeos, las primeras reacciones pueden ser de lo más variadas.
Encontraréis desde el cliente al que con solo ver una imagen de un gesto o una mirada ya da por suficientemente clara la infidelidad como clientes que buscan algo a lo que agarrarse para justificar la más explícita de las escenas.
Aquí te toca aguantar el tipo, empatizar más que nunca y dejar que el cliente se desahogue un poco. Alguno necesitará un tiempo y otro querrá salir disparado porque prefiere digerir lo visto en soledad. Cada persona tiene sus reglas y sus tiempos, acostúmbrate.
FINALIZAR LA CONVERSACIÓN
Una vez pasado el shock de los primeros momentos y antes de que el cliente salga por la puerta, resulta conveniente finalizar de manera adecuada la conversación.
Da mensajes positivos, recomienda dejar pasar un tiempo antes de comunicar lo investigado a su pareja y aconseja prudencia antes de decidir.
En general la infidelidad suele provocar como primera reacción el pensar “en cuanto llegue a casa le pongo las maletas en la calle” pero no siempre será así, ni mucho menos. A veces destapar este tipo de conductas es la única manera de arreglar un problema de pareja. Házselo ver, y hazle ver también que no hay nada de malo en perdonar ni es algo de lo que avergonzarse.
Romper con tu pareja en un “calentón” a veces no es la mejor opción.
La situación es especialmente complicada si el cliente es un hombre. En ese caso la rotura de pareja no solo conlleva un cambio en la vida sentimental de la persona, sino que suele ir acompañada de una pérdida notable de poder adquisitivo, la pérdida de contacto con sus hijos y un cambio de residencia (justicia marca España).
Aconsejar prudencia no es una obligación, pero debería serlo.
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