En televisión, cine y novela negra, los protagonistas acostumbran a ser masculinos pero la experiencia nos enseña, día a día, que la realidad es bien distinta.
No podemos fijarnos para nada en la figura del detective típico de la novela negra: solitario, mujeriego, alcohólico y con un pasado turbio lleno de secretos inconfesables, siempre intentando redimirse a base de asumir unos riesgos fuera de toda lógica.
La realidad es bastante distinta, la mayoría de detectives que pisan la calle en este país son jóvenes, todos ellos con estudios universitarios y la gran mayoría con estudios muy superiores a los requeridos para ejercer esta profesión. Dada su juventud, pasado el justo, nada turbio y siempre centrado en estudiar y formarse.
Contrariando el tópico, gran parte de esos estudiantes o jóvenes detectives son mujeres y tienen muchas ventajas en esta profesión:
El poder del cliché
Son muchos años ya de ver y leer personajes masculinos interpretando al detective de acción, al que está en la calle. Sí que es cierto que hay “mujeres detective” en series y novelas, pero suelen dedicarse más a labores deductivas que a pasarse horas vigilando a un investigado.
Esa infundada atribución de la función del detective a valores puramente masculinos juega a favor de la detective de hoy cuando lleva varias horas esperando en un coche.
Cambian de apariencia con más facilidad
En un seguimiento de varias horas o días, la capacidad del detective de cambiar de aspecto de manera rápida y eficaz es un punto muy a favor. Pasar de pelo suelto a recogido, cambio de gafas de sol y quitarse el abrigo o cambiarse la camiseta y nadie las reconoce.
La cantidad de complementos que hay en el mercado femenino ayuda a desviar la atención, la chica de las gafas rosas puede convertirse en la chica de la cinta de pelo azul en menos de 1 minuto (hablaremos un día en profundidad del camuflaje urbano y la percepción).
Consejo gratuito del día: Si eres mujer y estudiante de detective ves dejándote el pelo largo.
No despiertan tanto recelo
Los que me conocéis personalmente sabéis que no paso fácilmente desapercibido y que, además, tengo más pinta de atracador de chalets de un país del Este que de detective privado, y eso no solo me pasa a mí en este sector.
Una chica joven en un coche durante horas puede parecer extraño, si la ve un vecino seguro que se imagina 200 historias rocambolescas sobre lo que está haciendo ahí, desde que es una mujer despechada esperando a su marido a cualquier otra historia similar, pero no despierta recelo.
El factor se multiplica si son dos las personas dentro de un vehículo. Dos mujeres en un coche hablando dos horas son dos amigas contándose la vida y dos hombres haciendo lo mismo son motivo para llamar urgente a Guardia Civil.
Igual pasa si te encuentras a la misma mujer detrás durante un largo paseo por el centro de la ciudad o en una noche de copas, puede resultar extraño pero la “alarma de peligro” no se activa igual.
Ser mujer ayuda a abrir puertas
Esta misma falta de recelo de la que hablábamos junto a la costumbre hacen que resulte más creíble que una mujer te llame para ofrecerte la nueva tarifa Jabugo de Molestar Teléfonos o se presente en tu puerta y diga que viene de la Universidad de Lepe a realizarte una encuesta en casa.
Hay otras maneras, y los trucos que he comentado ya están más que quemados, pero el hecho de ser mujer ayuda en todas las argucias posibles. ¿Por qué creéis que las empresas que comercializan productos eróticos, telefónicos o robots cocinillas utilizan prácticamente siempre mujeres? Vete tu, machote, con una maleta llena de consoladores gigantes a llamar a puertas de desconocidas, a ver dónde acabas.
A mí, personalmente, no me abren la puerta ni si se les quema la casa. Comprobado.
¿Y los hombres, qué?
Pues nos toca suplir esa falta de ventajas con pericia y experiencia para conseguir los mismos resultados que ellas consiguen casi desde el primer día. Ajo y agua, es lo que hay. Dedicaros al futbol si queréis ventajas.
Pido disculpas
Ya, anticipadamente, a esa feminista radical que ha podido encontrar un vestigio inconsciente de machismo en lo anteriormente expuesto. Yo no lo veo, pero como siempre que tratas algún tema de hombres vs mujeres alguien se ofende pues me adelanto.
También pido disculpas al “coletas”, ese detective que cree que el pelo largo le ayudará a pasar desapercibido. No, lo siento, tú lleves la coleta o el pelo largo seguirás pareciendo el mismo y además darás aún más el cante.
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